jueves, 18 de abril de 2013

Necesitamos una Revolución Educativa



Necesitamos una Revolución Educativa



“El profesor del siglo XXI ha de preparar a sus estudiantes para un futuro incierto” Marc Prensky



Es indudable que la educación necesita una revolución. Eduardo Punset entrevista a Marc Prensky, un experto en la educación del futuro, un hombre rompedor y creativo en la empresa de reformar las aulas y los sistemas educativos actuales.


Los niños de hoy son distintos de lo que eran los mayores de ahora, hay que cambiar el sistema creando un sistema educativo que permita a los niños del futuro conseguir el trabajo que buscan y que ahora no encuentran.


En este programa de redes consideran que para alcanzar esto hace falta adquirir nuevas habilidades, nuevas competencias, aprender a trabajar en equipo, saber qué significa la invención, la innovación y saber gestionar las emociones básicas y universales con las que venimos al mundo.


Está claro que lo que llama la atención a los adultos no es lo mismo que llama la atención a los pequeños, y es algo que tenemos que tener en cuenta. Los alumnos deben estar más implicados en su propio aprendizaje.


En esta entrevista se explica que los ordenadores y los juegos no son tan malos como se dice. La prensa insiste en lo más malo posible e inventan una historia de que esto es malo (porque dejan a una persona hipnotizada…) no escriben sobre lo bueno, por lo que la opinión pública tiene una opinión totalmente opuesta a lo que es (creen que los beneficios son escasos y los peligros grandes cuando esto es totalmente al revés)


Los videojuegos son una forma de diversión que proporcionan alegría, placer… pero tienen reglas lo que nos proporciona disciplina. Y unos objetivos que nos dotan de imaginación., de esta nos ayudan a aprender con la práctica y sin la repetición. Tiene una recompensa que es poder pasar de nivel. Los juegos son interactivos y también nos enseñan a cooperar con los demás. Aumentan nuestra creatividad, hacen que no olvidemos lo aprendido…


Parece que todos aquellos que crecieron jugando a videojuegos son mejore médicos, hombres de negocio, empresarios… hay estudios de investigación que lo demuestran científicamente; pues parece que los videojuegos te ayudan a asumir riesgos, aprendes a ayudar a través de un feedback, a tomar buenas dediciones…. Cosas que luego transmitimos a todas nuestras profesiones.


Los ordenadores y videojuegos son una buena forma de relacionarse mejor entre padres e hijos.


Los juegos cada vez son más realistas, permite comunicación entre niños que está lejos, a los niños se les introduce en una serie de retos, tienen que superarlos y si no saben tienen que buscar la información, preguntar, desarrollar una serie de competencias….


Los nativos digitales/inmigrantes digitales nacieron con los videojuegos y pasan como 5000 horas leyendo a lo largo de su vida y 10000 horas jugando con videojuegos, la cifra de nuestra generación indica algo totalmente distinto. Leer conlleva que haya una historia, una lógica y los videojuegos hablan de interacción, de resolución de problemas…


Antes comprábamos algún electrodoméstico nuevo y sacábamos las instrucciones para leerlas, ahora cualquier niño coge un aparato nuevo y lo pone en marcha. Ahora un gran porcentaje de la población utiliza ordenadores y nadie se preocupa si se necesitan o no, antes en las familias había un único teléfono fijo con cable y ahora hay varios móviles por casa, estos medios se han introducido gracias a una necesidad previa pero esto ha supuesto un aprendizaje a posteriori para manejar estos dispositivos.


Las experiencias que vivimos influyen en nuestro cerebro, Los aficionados a los videojuegos muestran una mayor concentración, tienen una mayor visión periférica, pueden tener mayores habilidades para la resolución de problemas…


Lo más importante es la atención, los niños que ven la televisión delante de un videojuego juegan pero saben lo que está pasando delante de ellos. Nuestro cerebro es muy poderoso, y no hay que centrarse en hacer solo una cosa a la vez.


La tecnología nos ayuda a leer, a aprender nuevos idiomas… por lo que tiene que adaptarse a las necesidades de las generaciones futuras, es evidente que existen riesgos por lo que el alumno debe responsabilizarse de sus peligros.


El cambio que pide la educación tiene que ser realista y adaptado a la situación real y aplicada a la enseñanza de la tecnología, no podemos seguir con métodos del siglo XIX en aulas del siglo XXI, consiste en preparar a nuestros alumnos.


A los alumnos les cuesta estar atentos cuando tienen que aprender a la vieja manera, pueden hacer cosas más poderosas fuera del colegio que dentro, llevan herramientas muy potentes., hay que saber qué es importante de verdad en educación.


Hay que vivir tu tiempo, vivimos en una era de pantallas, todo sucede en ellas. No siempre va a ser así. Antes la gente no levantaba la vista de los libros ahora a algunos les encantaría volver ahí, a los niños les gusta ver que hay nuevo y qué pasa por ahí, todo lo interesante les atrae.


El deber es motivar a los chicos, su trabajo es darles luz. Hay que despertar el interés de los chicos sino no nos escuchan y la mejor forma es hacerlo con aquello que les apasiona y así la prensa la vamos a ver de otra forma.


Las herramientas están cambiando en el siglo XXI, y los profes somos las herramientas del siglo XXI para enseñar a los niños por lo que debemos cambiar, hay que prepararles y ayudarles a descubrir su pasiones. La mayoría de la información no se pasará por escrito asique debemos pasar a ser el guía, el compañero.


Podemos transformar la estructura cerebral de los jóvenes mediante una nueva educación. Ahora sabemos cuándo se abre la ventana crítica, lo que no hayamos conseguido cuando los niños tienen los 6/7 años no quiere decir que ya sea imposible pero sí que se ha perdido la única o gran oportunidad de hacerlo.


“La antigua forma de enseñar es aburrida; la nueva se basa en que los niños aprendan solos” Marc Prensky





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